Muerte, querida amiga,
inevitable destino.
Silenciosa compañera.
Cubre con tu espeso
y denso manto negro,
olvido pesaroso
que envuelve tu misterio.
Ay, de cándidos ilusos
que piensen osar esquivarte
pues, tu férreo abrazo
jamás quedará inconcluso.
Muerte, esperanza eterna.
Súmenos en tu paz,
llévanos a tu puerta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario